Entendemos la educación desde una visión global que nos ayuda a derribar barreras, a entender el mundo en que vivimos y a trabajar por mejorarlo. Queremos una escuela que trabaja para que sus alumnos tengan una mente abierta, sean críticos, justos y preparados para el cambio. Además en nuestra escuela se debe potenciar el desarrollo de las capacidades de la persona e implicar al alumno en su propio proceso de aprendizaje. Para ello consideramos importante:
- Potenciar la identidad cristiana de nuestro colegio, como lugar donde se favorece la síntesis entre la fe, la cultura y la vida.
- Estimular entre los educadores una formación humana, profesional y cristiana abierta a las nuevas sensibilidades y necesidades de nuestros destinatarios.
- Favorecer el sentido de corresponsabilidad en la misión educativa de toda la Comunidad Educativo-Pastoral.
- Responder a los nuevos desafíos que se plantean en nuestros entorno.
- Lograr que nuestra escuela sea un servicio educativo a tiempo pleno que responda a las necesidades concretas de los jóvenes de la zona, especialmente los más necesitados.
- Trabajar la interdisciplinariedad que fomente la transversalidad de los aprendizajes.
- Trabajar de modo cooperativo, que estimule la autonomía y la resolución de tareas en equipo.
- Apostar por metodologías activas, abiertas y acogedoras que integren todas las realidades sociales.